jueves, 21 de mayo de 2009

LA PAZ

LA PAZ


Un día, un maestro llamado José estaba hablando con un grupo de alumnos sobre el día de la paz, uno de los de allí presentes le pregunto a José que era eso de la paz a lo que respondió:
- Os voy a contar un cuento:

En un pueblo donde apenas vivían 40 familias y no conocían el dinero eran felices pues vivían las de los carpinteros, ganaderos, panaderos, en fin, cada familia hacía su vida a través de su profesión. Todas las semanas celebraban un mercado donde se intercambiaban sus productos de forma que a nadie le faltaba para vivir y nunca había disputas.
Una vez al mes, el granero de los agricultores, hacían una fiesta donde acudían todos los vecinos.
Un día apareció en el pueblo una familia que venía de la gran ciudad. Eran Don Odio y Doña Envidia. Fueron recibidos con alegría.
El alcalde del pueblo, Don Benigno fue el encargado de darle la bienvenida y en honra a los recién llegados organizaron una fiesta donde como siempre cada familia aportó los frutos de su trabajo.
Al día siguiente, los recién llegados dijeron al alcalde que les gustaría quedarse una temporada en su pueblo, “Bienaventurados”, que así era como se llamaba la ciudad. El alcalde les respondió que estaban encantados de que se quedaran pero les hizo una pregunta: ¿y ustedes a que se dedican?, sorprendidos Don Odio y Doña Envidia contestaron a Don Benigno: “nosotros somos inmensamente ricos, no nos hace falta trabajar, pero hemos pensado en instalar una cantina donde la gente podría divertirse bebiendo y riendo ¡su ciudad será otra!
Efectivamente su ciudad fue otra pues en tan solo un año la ciudad se lleno de bares, casinos donde la gente se peleaba por el dinero fácil. Don Benigno se dio cuenta de todo y junto con la familia de Don Nogal y Doña Encina, decidieron unir al pueblo para comunicarles que iban a echar del pueblo a Don Odio y Doña Envidia pues, después de lo que habían hecho, esto no se podía permitir. Todos estuvieron de acuerdo y Doña Paz fue hasta el fin de los días gobernadora de “Bienaventurados”.


Nosotros debemos aprender que el día de la Paz no es una fiesta en la que digamos ¡viva, no hay colegio!, ni tampoco nos dan regalos como en Navidad o en nuestro cumpleaños. Es un día muy importante en el que tenemos que alegrarnos porque nuestro país no está en guerra como en otros. Tenemos que estar contentos porque miramos la ventana y no vemos casas destruidas, bombas, pistolas ni maldad. La paz no es solo una palabra, es una forma de vida, y depende de nosotros, aunque seamos niños, vivir en Paz en el colegio, no pelearnos, no insultar, hará que de mayores vivamos en Paz.
El día de la Paz es celebrado cada año por muchas personas en todas las partes del mundo, pero no nos conformemos con celebrarlo, ¡hagamos la Paz! Allá donde estemos.


Patricia Sánchez Ruiz
Alicia Romero Hernández.

6º Primaria.